domingo, 15 de noviembre de 2009

La aventura de ser maestro

Que tal compañeros, espero que se encuentren bien. Después de leer la lectura “La aventura de ser maestro” del autor José Manuel Esteve, quiero iniciar comentando, que estoy de acuerdo que nadie nos enseña a ser maestros, al igual que a ser padre, hermano o esposo, estos conocimientos pienso, que se van adquiriendo en el transcurso de nuestra vida y trabajo. Y es muy cierto que uno, dentro de una actividad a desarrollar o en nuestra vida cotidiana, la puede pasar muy bien o muy mal, lo que depende de la voluntad que tengamos para hacer las cosas bien. El autor aquí nos indica que para ser un buen maestro debemos elaborar nuestra propia identidad profesional, ser un buen interlocutor, resolver el problema de la disciplina y adaptar los contenidos al nivel del conocimiento de los alumnos, con lo que estoy muy de acuerdo, ya que con esto lograremos nuestro objetivo de ser verdaderamente útil como educadores, logrando hacer pensar y sentir al alumnado, claro que con algo indispensable, que muchas veces olvidamos, por la rutina de nuestro quehacer, me refiero a la importancia que se le dé a la asignatura que impartimos, lo motivado que nos encontremos, propiciando con esto el ansia de saber y una atmósfera de investigación. Creo que nuestra labor se refiere a ayudar al alumno a que descubra y explote sus cualidades que por naturaleza posee, además de ayudarles a comprenderse así mismos y a entender el mundo que les rodea, como lo indica el autor, creando en ellos la inquietud, de descubrir la importancia de lo que van a aprender, porque creo que solo aprendemos cuando nos mueve alguna razón, y para lograr esto también debemos de enganchar lo que ellos ya saben, con los nuevos contenidos.
El autor menciona 4 dificultades, que de alguna u otra forma son comunes en todo profesor: La identidad profesional. Estoy de acuerdo que tenemos que cambiar la mentalidad y aceptar y buscar ayuda si uno tiene problemas en el proceso de la enseñanza, ya que la mayoría de nuestros colegas, que atienden a un grupo en el nivel medio superior, no estudiaron para estar frente a grupo, sino que son químicos farmacobiologos, cirujanos dentistas, por mencionar algunos, y por asares del destino se encuentran laborando en una escuela impartiendo clases. En este sentido estoy muy agradecido con las autoridades federales, por preocuparse por esta situación, de buscar los mecanismos significativos de emprender acciones inmediatas para nuestra formación y actualización, para establecer estrategias que den respuesta a las necesidades de nuestro quehacer. Comunicación e interacción, sabemos que en toda relación es muy importante la comunicación. Creo que es una problemática porque a veces en nuestra labor, cuando estamos frente a grupo, descuidamos lo que podemos y no podemos decir o hacer, por estar concentrados en los contenidos de nuestra materia, y no queremos “perder el tiempo“en buscar y aplicar las técnicas de comunicación grupal. Pienso que lo importante no nada más es lograr que nos escuchen, sino también escuchar y saber plantear las preguntas, para que se logre el flujo de la información. Disciplina, con frecuencia podemos ver el trabajo de nuestros colegas, cuando caemos en los extremos de ser muy estrictos y no permitir que nadie se mueva de su lugar y no haga ningún gesto, o bien de que en nuestro salón de clases sea un total desorden. Como bien el autor comenta, es un problema muy unido a nuestros sentimientos de seguridad y a nuestra propia identidad como profesor, donde el razonamiento y el dialogo son las mejores armas para combatir esta situación. Donde es necesario definir las funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación, es decir, organizar la clase para trabajar con orden productivo. Contenidos y niveles, pienso que también en este rubro, podemos caer en los extremos, cuando no adecuamos el nivel para transmitir los contenidos. En primer lugar podemos lograr que el alumno caiga en el aburrimiento, cuando explicamos algo que ellos ya dominan, o bien en segundo lugar, podemos avanzar en nuestra explicación y descuidar el hecho de que los alumnos hayan captado el contenido y dejarlos abandonados conforme se avanza. Pero no perdamos de vista que en un grupo de alumnos, existen diferentes niveles de conocimientos o dominio de un tema, y aquí lo interesante es hacer que los alumnos sientan el deseo de saber, es decir lo importante es ser maestro de humanidad.
El quehacer docente es un trabajo de muchas satisfacciones cuando verdaderamente se le da la debida importancia, ya que se vuelve uno la pieza fundamental, por mantener en nuestra sociedad los valores de la cultura, porque día a día participamos en la formación integral de los elementos de la sociedad, que son los jóvenes, futuro de nuestro país, en los que se deposita, en gran medida, la confianza de progreso. Así que no hay que perder de vista que ellos se vuelven los mejores testigos del trabajo que realizamos, ya que ellos asimilan nuestros mejores logros y también nuestros fracasos.

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